Finalmente la sensatez y el sentido común primaron. Salvador Cabañas, luego de un análisis profundo y sincero, consultando más que con otras personas consigo mismo, decidió que sí, que era hora de parar y anunció, de manera oficial, su retiro del fútbol.
Finalmente la sensatez y el sentido común primaron. Salvador Cabañas, luego de un análisis profundo y sincero, consultando más que con otras personas consigo mismo, decidió que sí, que era hora de parar y anunció, de manera oficial, su retiro del fútbol.
Se va un grande del fútbol sudamericano. Se retira un jugador que merecía tener la hermosa oportunidad de jugar un mundial y él había hecho mucho de su parte para jugarlo ya que con la selección de Paraguay fue artífice de la excelente eliminatoria que la albirroja hizo para clasificar a Sudáfrica 2010. En el anterior, en Alemania ’06 estuvo en la lista pero no llegó a jugar.
Parecía que todo iba sobre ruedas para Salvador, parecía que después de haber sido goleador en su país, en Chile, en México y en dos ocasiones en la Copa Libertadores le llegaba la chance de brillar en un mundial. Era su momento, lo sabía él, lo palpitaba la afición no solamente de su país sino también de los demás países en que había jugado dejando su marca de goleador y de gran jugador.
Sin embargo, el año del mundial no pudo haber empezado peor. En enero, un disparo en la cabeza, a quemarropa, en el baño de un establecimiento nocturno de México al que había concurrido en compañía de su esposa, lo cambió todo. Cabañas estuvo a punto de morir pero la excelente atención médica que tuvo posibilitó no solamente salvarle la vida sino presentar una recuperación que, más desde el corazón que desde la razón, hasta permitió hacer soñar, a él y a la afición, que podría llegar a jugar el mundial, algo que, desde luego, no fue posible.
Pasados los meses Salvador intentó varios regresos y hasta pudo volver a entrar a una cancha a jugar algunos minutos de partidos oficiales vistiendo la camiseta de su club de origen, el 12 de Octubre de Itauguá. Pero, claro, ya no era el mismo aunque él se negara a dejar de jugar o, por lo menos, a dejar de procurar. El último intento fue hace poco, en un club de la cuarta división de Brasil, un nivel no acorde con la trayectoria de Cabañas quien así lo entendió esta vez.
Se retiró Salvador Cabañas, un grande del fútbol sudamericano. Se fue sin haber jugado un mundial. Una pena, sobre todo porque ese, el del 2010, iba a ser “su” mundial. Se lo merecía.
R.S./CONMEBOL.com
Foto: AFP
